Al-Attiyah con un Hummer
El campeón defiende corona. Más o menos, ese puede ser el titular, porque la confirmación de que Nasser Al-Attiyah corra el próximo Dakar puede ser cuestión de horas. Su navegante será Lucas Cruz, campeón en 2010 junto a Carlos Sainz.
Tras la renuncia de Volkswagen a su programa en el Dakar, decididos al desembarco en el Mundial de rallys, Nasser intentó disputar la edición de 2012 con el equipo X-Raid. Todo pasaba por pilotar un Mini, llamado a ser el coche a batir en la edición que arranca el próximo 1 de enero en Mar del Plata (Argentina). Las negociaciones no llegaron a buen puerto y el tiempo pasó. Sin embargo, el Príncipe no se ha rendido. El pasado fin de semana, Al-Attiyah disputó la Baja Catar con Lucas Cruz ya de copiloto. Fue un fichaje relámpago. El catalán recibió la llamada de Nasser el miércoles y el mismo jueves volaba hacia Catar. El apellido Cruz ya figuraba en la nómina de inscritos para el Dakar 2012, aunque unido al de Orlando Terranova. El argentino y el español compitieron el pasado octubre en el Rally de Marruecos a bordo de una Toyota Hilux. La relación se había enturbiado entre ambos debido a que el mendocino no quedó satisfecho con los acuerdos contractuales del europeo.
Ante esta situación, la oferta de Al-Attiyah de disputar el próximo Dakar fue bienvenida por Cruz. El domingo comenzó a madurar la aventura y ahora sólo falta el anuncio oficial. Mientras la Hilux en la que iba a devorar los roadbooks navega rumbo a Argentina, Lucas encuentra un nuevo vehículo en el que continuar sus retos dakarianos. Se trata de un Hummer del equipo de Robbie Gordon. El americano disponía de chasis y de material y la bestia de cuatro ruedas llegará a Argentina vía aérea. Será una carrera contrarreloj, porque Al-Attiyah y Cruz no dispondrán de mucho tiempo para hacerse al vehículo. Por lo que se vio el fin de semana en Catar, la química entre ellos existe. Ahora sólo hay que desear a Lucas lo mejor en ese viaje entre campeones: de Carlos Sainz a Nasser Al-Attiyah.
Tras la renuncia de Volkswagen a su programa en el Dakar, decididos al desembarco en el Mundial de rallys, Nasser intentó disputar la edición de 2012 con el equipo X-Raid. Todo pasaba por pilotar un Mini, llamado a ser el coche a batir en la edición que arranca el próximo 1 de enero en Mar del Plata (Argentina). Las negociaciones no llegaron a buen puerto y el tiempo pasó. Sin embargo, el Príncipe no se ha rendido. El pasado fin de semana, Al-Attiyah disputó la Baja Catar con Lucas Cruz ya de copiloto. Fue un fichaje relámpago. El catalán recibió la llamada de Nasser el miércoles y el mismo jueves volaba hacia Catar. El apellido Cruz ya figuraba en la nómina de inscritos para el Dakar 2012, aunque unido al de Orlando Terranova. El argentino y el español compitieron el pasado octubre en el Rally de Marruecos a bordo de una Toyota Hilux. La relación se había enturbiado entre ambos debido a que el mendocino no quedó satisfecho con los acuerdos contractuales del europeo.
Ante esta situación, la oferta de Al-Attiyah de disputar el próximo Dakar fue bienvenida por Cruz. El domingo comenzó a madurar la aventura y ahora sólo falta el anuncio oficial. Mientras la Hilux en la que iba a devorar los roadbooks navega rumbo a Argentina, Lucas encuentra un nuevo vehículo en el que continuar sus retos dakarianos. Se trata de un Hummer del equipo de Robbie Gordon. El americano disponía de chasis y de material y la bestia de cuatro ruedas llegará a Argentina vía aérea. Será una carrera contrarreloj, porque Al-Attiyah y Cruz no dispondrán de mucho tiempo para hacerse al vehículo. Por lo que se vio el fin de semana en Catar, la química entre ellos existe. Ahora sólo hay que desear a Lucas lo mejor en ese viaje entre campeones: de Carlos Sainz a Nasser Al-Attiyah.
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