28 de diciembre de 2011

Poder femenino en el Rally Dakar

Laia Sanz buscará en la edición 2012 del Rally Dakar repetir como la mejor mujer en una competencia que parece aún estar cerrada para los hombres

El mundo ha cambiado en las últimas décadas, en especial para permitir la llegada de las mujeres a diversas actividades deportivas antes sólo enfocadas para el hombre. Y el Rally Dakar se apunta en este cambio desde que en la edición 2011 vio la incursión de la multicampeona del mundo en la especialidad del Trial, la española Laia Sanz, quien en 2012 buscará mejorar el sitio 38 de la general y, de paso, repetir como la ganadora en la prueba de mujeres.

En su opinión, el hecho que las damas compitan en un evento tan peculiar como el Dakar resalta notablemente sobre muchas cosas: “es algo que sale de la normalidad. A la gente siempre le llama la atención lo que se sale un poco de lo normal, en el Dakar del año anterior eran casi 200 pilotos y sólo seis mujeres”, dijo Sanz en entrevista telefónica con La afición.

Para ella existe aún un factor de nivel de resistencia en algunas mujeres para ingresar a la considerada prueba más dura del rallismo, pero uno de sus objetivos es buscar acabar con eso: “Está claro que somos pocas y sería mucho más bonito si hubiese más mujeres, pero también creo que es una carrera muy dura que tal vez asuste a muchas chicas, aunque en mi opinión, creo que si los hombres acaban, nosotras también podemos hacerlo”.

Y es que cuando habla de la rudeza del Rally Dakar sabe que no es un juego. Eso lo experimentó en 2011, en su primera participación en esta prueba cuando en dos ocasiones conoció lo complejo de afrontar el desierto de Sudamérica, que para algunos, nada le pide al viejo Sahara.

“Hubo un día en Fiambala que veníamos de cruzar Los Andes, con condiciones de mucho calor, era una etapa corta de 160 kilómetros que se me hizo muy larga, junto a ello, el penúltimo día que era de 600 kilómetros. Veníamos de muchos días de machacar y una jornada antes había tenido problemas de deshidratación, fue el día que más sufrí, porque había mucho barro y se me hizo muy pesada”, apuntó Sanz.

Sin embargo, esos sacrificios, como las levantadas a las 3 de la mañana en el campamento, tuvieron su recompensa cuando llegó a Buenos Aires para unirse al selecto grupo que logra concluir la carrera. Un logro que incluso supera a sus 10 campeonatos europeos de trial conseguidos.

“El mejor momento fue la llegada. Creo que el hecho de ganar me ilusionó mucho, creo que era el simple hecho de ganar cuando sueñas con un Dakar sueñas con acabar. Costó mucho llegar hasta ahí, los últimos kilómetros los hice llorando, fue muy emocionante, ha sido la mejor sensación de mi vida”, expresó.

Aunque para algunos competidores terminar en el sitio 39 parecería no ser significativo, el ubicarse como la mejor mujer y sobrepasar a diversos hombres representaron una mayor satisfacción: “antes del Dakar no esperaba estar dentro de los 50 primeros. El año pasado quería acabar, que creo que en una carrera como el Dakar ya es muy difícil, conseguí la victoria en las mujeres y la 39 en la general de motos, eso para mí fue un éxito total”.

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